Un joven aprendiz le dice al venerable
- Estoy pensando irme de la logia
El Venerable entonces le pregunta:
- ¿Pero por qué?
El joven respondió:
- ¡Ah! yo veo a un hermano que habla mal de otro hermano; el hermano que no lee bien; los hermanos errando en la ritualística; otros que durante las sesiones se quedan mirando el celular, entre tantas y tantas otras cosas equivocadas que veo hacer en la Logia. ¡Desanima a los hermanos!
Le dijo el Venerable:
- ¡Bien! Pero antes quiero que me haga un favor: toma un vaso lleno de agua y da tres vueltas por el Templo sin derramar una gota de agua en el suelo. Después de eso, puedes irte de la logia sin ningún problema.
Y el joven aprendiz pensó: ¡muy fácil! Y dio las tres vueltas conforme el Venerable le había pedido. Cuando terminó dijo:
- Listo Venerable.
Entonces él respondió:
- Cuando diste las vueltas, ¿has visto al hermano hablar mal del otro?
El joven:
- No
¿Has visto a los hermanos reclamar unos de otros?
El joven:
- No
¿Usted vio a alguien que miraba el móvil?
El joven:
- No
¿Sabes porque?
- Tu estabas enfocado en el vaso para no inclinarlo y derramar el agua.
Lo mismo es en nuestra vida ... Mientras estés enfocado en el aprendizaje y en las buenas costumbres, no tendrás tiempo para ver los errores de los demás.
Ahora puedes irte de la logia si a sí lo deseas.
El aprendiz, le dijo:
- Gracias por otra enseñanza, mi hermano. Ante las sabias palabras prefiero persistir y hacer avances en la Masonería.
Comentarios
Publicar un comentario