Entre los meses de Junio y Julio (diferentes son los días por cada país), la Masonería Latinoaméricana celebra con júbilo las enseñanzas y experiencias de todo Maestro Masón.
El Tercer Grado es el símbolo natural de la perfección humana, que se consigue por medio del desarrollo personal y por el triunfo sobre todas las debilidades humanas.
Maestro - en latín, Magíster - significa que es más, más sabio, más elevado y bueno. No se trata, como cree la mayoría, de un grado o un título concedido.
Ser maestro es, pues, algo más que conocer las palabras y hacer los signos de este grado: la realización de la cualidad de tal es, para el hombre, la Suprema Conquista a la cual puede aspirar, aquella Conquista que se halla simbolizada por el místico ramito con el cual los maestros masones se jactan haber trabado directo conocimiento. Su trascendencia se halla demostrada también por el hecho de que las palabras y signos que se comunican en este grado se consideran como meros substitutos de las palabras y signos reales, los que, evidentemente, deben ser buscados y encontrados individualmente, por medio de un esfuerzo personal.
La Ignorancia, el Fanatismo y la Ambición que mantienen al hombre en un estado de inferioridad y esclavitud moral han de ser individualmente vencidos y superados, después de haberlos reconocido como malos compañeros en el recinto interior de nuestro ser, para que la verdadera palabra -perdida por causa de estos tres enemigos naturales del hombre- pueda encontrarse, escondida bajo aquel ramo, manifestando la Fuerza Omnipotente, con la que sólo se consigue el magisterio.
Ser Maestro Masón, es ser hombre intelectual, con sabiduría, no solo por los conocimientos adquiridos dentro y fuera de la orden, sino también por la experiencia de la vida que le permite la superación espiritual, precisamente por esa combinación de conocimientos que adquiere un hombre ya calmo y reflexivo, propio de una ya transitada edad biológica natural; capaz de seguir una regla de conducta firme y con coherencia, especialmente, entre lo que piensa y lo que hace y que indudablemente le permitirá adquirir la virtud de ser Integro, porque la integridad en un Masón, genera confianza, la confianza genera influencia y la influencia es sinónimo de liderazgo, el Masón y principalmente, el M.:M.: debe ser siempre un líder en su vida.
Ser Maestro es poseer la cualidad de conquistar por propio esfuerzo la suprema autoridad, que barrió la Ignorancia, el Egoísmo y el Miedo, los cuales mantienen al hombre en un estado de inferioridad y esclavitud.
El Tercer Grado - el de Maestro Masón - es el grado de la exaltación por el merecimiento, no obstante, sin este merecimiento y esfuerzo, nadie puede ser Maestro, aunque lo exalten diez veces o le otorguen cien diplomas.
La Masonería es un hecho de la Naturaleza y, siendo un hecho de la Naturaleza, sus fenómenos, enseñanzas y prácticas tienen que repetirse en y dentro del cuerpo humano, templo vivo del GADU.
Aquellos que, desean estudiar y aprender la Masonería, deben, antes que todo, tratar de sentir que todo lo que se enseña, tiene por objetivo devolver al hombre a su mundo interior para contemplar y estudiar, dentro de sí, todos los misterios de la Naturaleza.
El Grado de Maestro tiene un doble sentido: individual y colectivo - inseparables como aspectos interior y exterior de una misma cosa, esto es, lo que se hace interiormente, se vuelve fuerte y material exteriormente. Es preciso ser oro, para fabricar oro, para multiplicar los talentos, es necesario poseer talentos.
El profano tiene que dar el diezmo, según la Ley; no obstante, el Maestro tiene que dar todo. El Servicio del Maestro se distingue por su Amor. Su salario, interior y exterior, es fruto de este Amor; de manera que Amor y Salario son una naturaleza en el Maestro y no un diploma de grado, que le otorgan las logias y autoridades.
¡FELIZ DIA MAESTRO MASÓN!
Fuente: R.: H.: JULIO MIGUEL LACA BUENDIA, 09 JULIO 2012
Comentarios
Publicar un comentario