Mis QQHH e IILPPHH hoy hemos iniciado un nuevo comienzo de semana y con mis agradecidos hermanos te damos, Gracias Padre eterno por regalarnos un día más de vida con salud, sustento, conocimiento, comprensión y equilibrio.
Nuestro avance en estos caminos de luz nos forzan a tratar de comprender a los demás y buscar un equilibrio entre la crítica superficial y la compasión del alma ajena.
Por tanto, nuestra misión se debe centrar en percibir a los demás como un reflejo del Creador, más allá de sus actos, más allá de sus reacciones o sus sombras.
Con este reconocimiento,
nace una energía que cura mundos invisibles y que se transforma en empatía verdadera, se trata de la misericordia que ve con los ojos del alma.
De tal manera, que la persona verdaderamente espiritual
es aquella que comprende que cada alma tiene un origen, su propia historia, su laberinto y que juzgar desde la superficialidad es como si leyéramos unas cuantas frases de un rollo sagrado y pensarnos que lo entendimos todo.
En ese sentido, la Cábala nos prescribe: “No juzgues a tu prójimo hasta que llegues a su lugar.” “Pero nadie puede llegar exactamente al lugar del otro, por eso, no juzgues jamás.”
Tenemos que comprender que para las personas siempre habrá un motivo por el que se comportan de una manera u otra.
Cuando veamos a alguien comportarse mal, con enojo, egoísmo, rudeza o frialdad, pensemos cómo hubiéramos reaccionado nosotros mismos si hubiéramos experimentado lo que esa persona está viviendo.
Imaginemos su historia, cómo pudo ser su infancia, los dolores por los que ha pasado y todas las inseguridades que manifiesta.
Es decir, por unos momentos, pongámonos en sus zapatos. Entonces respondamos
desde la compasión y no desde la reacción.
Humildemente Padre eterno te agradecemos nos ayudes a que nuestra mirada se vuelva dulce, que nuestro juicio se transforme en ternura y que la compasión nos eleve por encima de las apariencias.
"Bendito eres Tú, Adonay, nuestro Dios, Rey del universo por cuya palabra todo fue hecho. “Baruj Atá Adonay Eloheinu Mélej haolam Shehakol nihyá bidvaró”.
Mis legales hermanos
¡Amén!¡Amén!
Escrito y compartido por:
VH:. Antonio Villarroel O.
Grupo de HH:. Hospitalarios I
Gran O:. de Venezuela
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