Queridos Hermanos,
Quisiera compartir una serie de reflexiones que tal vez nos sirva como punto de partida para el estudio y el intercambio simbólico. Estaremos hablando de:
1. ¿Qué representa Caín para el iniciado?
2. Boaz, el pilar de la herencia viva
3. Seth, el tercer hijo
Empecemos viendo lo que representa la figura de Caín.
En la tradición bíblica, Caín aparece como el primer asesino. Pero si miramos más allá del relato literal, y nos abrimos a una lectura simbólica —como muchas veces hacemos en nuestros trabajos—, aparece una figura más compleja: el hombre que cae, pero sobrevive.
Dios no lo destruye. Lo marca. Y esa marca no es solo castigo: es protección y propósito. Caín es exiliado, pero se convierte en fundador de ciudades, padre de oficios, origen de linajes de constructores, forjadores y músicos. ¿No nos recuerda eso algo?
En algunas corrientes filosóficas y esotéricas (rosacruces, cabalistas, martinistas), Caín no es solo el fratricida, sino el primer portador del fuego humano: el que paga el precio de su libertad, y a través del dolor, inicia el camino de la transformación.
Desde esta mirada, Caín representa:
• El drama del alma separada de su origen.
• El peso de la conciencia despierta.
• La oportunidad de reconstruirse a sí mismo, a pesar del error.
En la masonería simbólica tradicional, Caín no es un tema central. Pero en ritos de altos grados y tradiciones afines, se le reconoce como una figura iniciática, ambigua, real, profundamente humana. No se le exalta, pero tampoco se le condena sin comprensión.
Tal vez la marca que lleva no sea maldición, sino el símbolo del que ha cruzado un umbral, y carga consigo el deber de no repetir el error, sino elevarse.
Veamos ahora a Boaz, el pilar de la herencia viva
Propongo que nos detengamos un momento en una figura bíblica que, aunque discreta, sostiene parte del corazón simbólico de nuestra tradición: Boaz.
¿Quién fue Boaz?
• Fue hijo de Salmón y de Rahab, la mujer de Jericó que protegió a los espías israelitas. Una mujer extranjera, redimida por su fe y su acción.
• Boaz se casó con Rut, otra extranjera, moabita, quien también se integró al pueblo de Israel por amor, lealtad y virtud.
• De esta unión nace Obed, luego Isaí, y de allí el rey David.
Es decir, Boaz es el bisabuelo de David, y según la tradición cristiana, antepasado directo del Mesías.
Pero más allá de la genealogía, Boaz representa algo más profundo.
En nuestro simbolismo masónico, Boaz es uno de los dos grandes pilares del Templo. Y no es casual que ese pilar esté asociado con la fuerza, la nobleza, la firmeza del linaje. Pero también con la misericordia, con la acogida del otro, con el valor de formar un hogar y sostener el futuro.
Boaz es símbolo de:
• La fuerza que no rechaza, sino que integra.
• La tradición que se renueva con la virtud del extranjero.
• La raíz firme que da fruto real, como lo fue el reinado de David.
Quizás por eso su nombre está en la entrada del Templo: porque sin herencia moral, sin acogida, sin sentido de propósito, no hay construcción duradera.
Así, al entrar simbólicamente entre los pilares, recordamos que la fuerza que nos sostiene no viene solo del pasado, sino del amor con el que abrazamos al que llega, y del legado que decidimos dejar.
📜 Seth, el tercer hijo: símbolo de la restauración espiritual
Tras la caída, tras el dolor de la sangre derramada entre hermanos, la humanidad recibe un nuevo comienzo: Seth.
La Biblia apenas nos dice unas líneas sobre él, pero simbólicamente, es una figura monumental: el tercer hijo de Adán y Eva, nacido no en el paraíso, sino en medio del exilio y la conciencia.
¿Y qué significa ser el tercer hijo?
Si Caín representó la fuerza ciega del deseo, y Abel la inocencia vulnerada, entonces Seth es el equilibrio que nace del dolor. El número tres —presente en tantas tradiciones iniciáticas— siempre ha sido signo de plenitud, reconciliación, y elevación. Seth no niega el conflicto: lo integra y lo trasciende.
De él nace una línea distinta, la de los que invocan el Nombre, la de los que caminan hacia lo alto: Enós, Enoc, Noé…, nombres que encienden la memoria del iniciado.
Seth no construye ciudades ni forja metales: construye el vínculo espiritual perdido.
Él no mata ni muere joven: sobrevive al drama y restaura la promesa.
En este sentido, Seth puede ser símbolo del iniciado verdadero:
• El que no nació en la luz, pero la busca.
• El que carga con la historia, pero no se deja arrastrar por ella.
• El que se convierte, paso a paso, en puente entre lo caído y lo eterno.
Cuando el mundo se divide entre Caínes y Abeles, recordemos que también podemos ser Seth: un tercero silencioso que repara y restituye.
Con afecto fraternal y espíritu de búsqueda.
El QH:. Humberto Urdaneta nos aporta:
...Y le respondió Jehová: "Ciertamente cualquiera que mate a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara."
Esa frase del viejo testamento, ¿se le encuentran sentido más adelante dentro de la masonería?
Caín no es un villano, sino un símbolo ambiguo, complejo, portador de una verdad oculta.
Contexto
Caín es importante o no
Masonería simbólica regular
❌ No es central
Altos grados filosóficos
✅ Puede aparecer como símbolo esotérico
Esoterismo afín (rosacruz, martinismo, cábala)
✅ Figura simbólica rica en interpretación
Masonería dogmática u ortodoxa (como la inglesa)
❌ Poco o ningún uso
• La línea de Caín representa la iniciación activa, el saber de la tierra, del metal, del arte y la técnica.
• La línea de Set (hijo de Adán y Eva tras Abel) representa el conocimiento celeste, contemplativo.
• Ambas líneas se unen en algún punto iniciático para formar el saber completo.
Del encuentro entre la ley (Israel) y la misericordia (los pueblos extranjeros), nace la realeza (David), y por tanto el ideal del iniciado.
¿Qué piensan ustedes, mis Hermanos?
Comentarios
Publicar un comentario